No quería empezar mi blog contando "miserias" (prometido, muchachillo, que contaré cosas que te partirás de risa), aunque pretendo que sea mi paño de lágrimas, pero muchas veces para entender a las personas hay que conocer aspectos de su vida que han influído mucho en el carácter y la forma de actuar ante las circunstancias que se presentan.
Muchas veces el pasado "justifica" el presente.
Tiendo a darle demasiadas vueltas a las cosas, a "comerme la bola" y a todo le busco su porqué, analizo hechos y circunstancias hasta que cuadran, o al menos a mi me cuadran.
Soy una psicóloga frustrada, me encanta estudiar el comportamiento humano, descubrir en los adultos al que ha sido un niño sobreprotegido por ser hijo único, al que vive llamando la atención de los demás porque en casa no reparaban en su existencia, al falto de cariño, al maltratado, al incomprendido, al que busca en su novia una sustituta de su madre, .............
En fin, a todo le busco sus raices, y por tanto, busco también las mías y sé que mi pasado tiene buena parte de culpa de cómo soy ahora, cada "trauma" o cada "tropiezo" me ha dejado secuelas, buenas o malas, pero secuelas al fin y al cabo.
Os contaré como ejemplo de esto "mi primera vez", y así vamos entrando poco a poco en el tema del que principalmente quiero hablar, de mis relaciones, sexuales, afectivas, .....de todo tipo.
Andaba yo por los 18 añitos, como el resto de mi cuadrilla de amigas, todas de la misma edad y todas vírgenes, así que os podéis imaginar cuál era el único tema de conversación, sí, ese, el sexo.
Era algo que nos obsesionaba, todas habíamos tenido nuestros amoríos, nuestros ligues, nuestros rollos, pero ninguna había llegado hasta el final. Hacíamos apuestas de quién sería la primera, hablábamos todo el santo día de orgasmos, pollas, huevos, culos, ............ de tíos y de cómo sería la tan idealizada "primera vez".
Por supuesto que yo aparte de mis amigas no tenía a nadie más con quien hablar del tema, tampoco es que mi madre me hubiera podido ayudar mucho, ella se casó como la mayoría de chicas de su edad, virgen y pura, para ella el sexo era el misionero los sábados por la noche, y daba por supuesto que yo seguiría sus decentes pasos, con deciros que los sábados mi madre les daba un par de condones a cada hermano............ sí, qué madre más "modellllna", pero a mi antes de salir me leía la cartilla bien leída: "ni se te ocurra hacer nada que no debas", y qué se suponía que era "lo que no debas???" y qué pasa cuando te prohíben algo???", sassssto, el morbillo de lo prohibido ...... (soy una morbosa nata), así que solo me quedaba una opción: descubrirlo por mí misma.
Y no es que fuera ni sea una calentorra, ni saliera decidida de mi casa a "aprender" los secretos del sexo, pero las hormonas son las hormonas (a algo tengo que echarle la culpa....), la edad es la edad, los tíos son los tíos, ............. vamos, que ya llevaba yo unos mesecillos con la idea de perder mi "virtud", porque no tenía ninguna intención de "reservarme" para nadie, así que ......... para qué esperar ???, además, lo más importante, llevaba un par de meses enrollada con un tío que me tenía colaíta perdía, enamoraíta como una tonta, loquita por sus huesos, y no es que él insistiera, él llegaba hasta donde yo lo dejaba sin rechistar, era yo la que tenía que reprimirse para no seguir, parece que en esto las chicas tenemos más "auto-control", pero yo soy la excepción que confirma muchas reglas.
Cada vez que nos enrollábamos me costaba más poner los límites, hasta que una de las veces pasó.......... pues lo que tenía que pasar, así en un flash de dos segundos me planteé porqué cojones si deseaba tanto seguir adelante, algo me hacía frenar, y analicé ese "algo".
http://mejoreshoteles.over-blog.com/facebook-entrar-%7C-facebook-en-espanol-%7C-facebook.com-en-espa%C3%B1ol
Muchas veces el pasado "justifica" el presente.
Tiendo a darle demasiadas vueltas a las cosas, a "comerme la bola" y a todo le busco su porqué, analizo hechos y circunstancias hasta que cuadran, o al menos a mi me cuadran.
Soy una psicóloga frustrada, me encanta estudiar el comportamiento humano, descubrir en los adultos al que ha sido un niño sobreprotegido por ser hijo único, al que vive llamando la atención de los demás porque en casa no reparaban en su existencia, al falto de cariño, al maltratado, al incomprendido, al que busca en su novia una sustituta de su madre, .............
En fin, a todo le busco sus raices, y por tanto, busco también las mías y sé que mi pasado tiene buena parte de culpa de cómo soy ahora, cada "trauma" o cada "tropiezo" me ha dejado secuelas, buenas o malas, pero secuelas al fin y al cabo.
Os contaré como ejemplo de esto "mi primera vez", y así vamos entrando poco a poco en el tema del que principalmente quiero hablar, de mis relaciones, sexuales, afectivas, .....de todo tipo.
Andaba yo por los 18 añitos, como el resto de mi cuadrilla de amigas, todas de la misma edad y todas vírgenes, así que os podéis imaginar cuál era el único tema de conversación, sí, ese, el sexo.
Era algo que nos obsesionaba, todas habíamos tenido nuestros amoríos, nuestros ligues, nuestros rollos, pero ninguna había llegado hasta el final. Hacíamos apuestas de quién sería la primera, hablábamos todo el santo día de orgasmos, pollas, huevos, culos, ............ de tíos y de cómo sería la tan idealizada "primera vez".
Por supuesto que yo aparte de mis amigas no tenía a nadie más con quien hablar del tema, tampoco es que mi madre me hubiera podido ayudar mucho, ella se casó como la mayoría de chicas de su edad, virgen y pura, para ella el sexo era el misionero los sábados por la noche, y daba por supuesto que yo seguiría sus decentes pasos, con deciros que los sábados mi madre les daba un par de condones a cada hermano............ sí, qué madre más "modellllna", pero a mi antes de salir me leía la cartilla bien leída: "ni se te ocurra hacer nada que no debas", y qué se suponía que era "lo que no debas???" y qué pasa cuando te prohíben algo???", sassssto, el morbillo de lo prohibido ...... (soy una morbosa nata), así que solo me quedaba una opción: descubrirlo por mí misma.
Y no es que fuera ni sea una calentorra, ni saliera decidida de mi casa a "aprender" los secretos del sexo, pero las hormonas son las hormonas (a algo tengo que echarle la culpa....), la edad es la edad, los tíos son los tíos, ............. vamos, que ya llevaba yo unos mesecillos con la idea de perder mi "virtud", porque no tenía ninguna intención de "reservarme" para nadie, así que ......... para qué esperar ???, además, lo más importante, llevaba un par de meses enrollada con un tío que me tenía colaíta perdía, enamoraíta como una tonta, loquita por sus huesos, y no es que él insistiera, él llegaba hasta donde yo lo dejaba sin rechistar, era yo la que tenía que reprimirse para no seguir, parece que en esto las chicas tenemos más "auto-control", pero yo soy la excepción que confirma muchas reglas.
Cada vez que nos enrollábamos me costaba más poner los límites, hasta que una de las veces pasó.......... pues lo que tenía que pasar, así en un flash de dos segundos me planteé porqué cojones si deseaba tanto seguir adelante, algo me hacía frenar, y analicé ese "algo".
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